Su historia es bien conocida y ha sido multitud de veces tratada por la música. La noble romana ultrajada por el hijo del tirano etrusco irrumpe en escena con un grito desgarrador que atraviesa los siglos. Entre el recitativo y el aria, entre la desesperación, la furia y la determinación, Lucrecia nos habla de la violencia, el honor perdido y la imposibilidad del perdón. Haendel y Marcello, cada uno a su manera, convierten su tragedia en una miniatura operística de desbordante fuerza pasional. Lucile Richardot, una de las voces femeninas graves más expresivas del presente, y Les Paladins, conjunto fundado y dirigido por quien fue también un gran cantante, Jérôme Correas, debutan en Sevilla con
este intenso programa en torno a la figura de Lucrecia, que, desde el corazón del Barroco,
sigue interpelando con brutal vigencia al oyente de hoy.