El debut en Sevilla de Szymon Nehring, figura emergente del piano europeo, llega con un programa de obras esenciales del repertorio decimonónico. Ganador del prestigioso Concurso Rubinstein y finalista del Chopin con solo 18 años, Nehring ha demostrado un dominio técnico y expresivo que le permite abordar con madurez estas partituras universales sin caer en la rutina ni en el exhibicionismo. Las dos sonatas de Beethoven fueron publicadas en la misma colección, y por eso son tan distintas en carácter: una viene con las resonancias shakesperianas de La tempestad, mientras la otra es de una elegante vivacidad (e incluye aún el galante minueto). La segunda parte está dedicada a Chopin y combina la sensualidad belcantista de los nocturnos con la fuerza del Scherzo nº2, una de sus obras más inspiradas, cuya tensión poética parece anticipar la intensidad sombría de la Sonata nº2, la de la famosa marcha fúnebre, también en si bemol menor.